Teoría social, teoría del mal y teoría de la intuición en la literatura de ciencia ficción

Las demostraciones del mal son la sal de la vida para Willa Mayhew, y nada me gusta más que alentarla en ese aspecto.
Todo lo que la humanidad ha llegado a ser y todo lo que ha producido no se remonta al arco y la rueda sino mucho más atrás, al reconocimiento de líneas rectas y superficies planas. Cuando se constriñe a un ser humano se lo encauza, como al agua en una tubería, y cuanto menor es el diámetro mayor es la presión. Y no digamos el control que se adquiere sobre ella... Acusarme de ir contra lo natural es no entenderme. Prefiero un seto de boj a una buganvilla, porque esta última no hace más que extenderse mientras que el boj cuanto más se lo poda más espeso se vuelve, y acepta que se lo guíe en cualquier dirección y siempre está sano. Elegir plantas que prosperan bajo la disciplina es el secreto de los negocios y también de los individuos.
Yo no me guío por reglas generales, pero si lo hiciera, negaría de plano un préstamo bancario a cualquiera que, en el primer encuentro, fuera lo que llaman «cálido» o (erróneamente) «humano» o seductor o jovialmente halagador. Que esas personas crezcan como hierba mala en tierra ajena. Yo me rodeo de costumbres, personas, actividades y plantas que puedan ser contenidos y dirigidos. Me precio de que no existe pasión ni circunstancia emocional que pueda nublar mi clara visión de su valor ni mi habilidad para encontrarle un rumbo.
Todo lo cual me lleva otra vez a Willa Mayhew y al placer que siento en su compañía, pues en mí esas cosas son cosas aprendidas, producto de un largo y arduo y resuelto esfuerzo. Willa nació con ellas o las adquirió muy joven. Su instantánea y completa comprensión de esas verdades nunca deja de asombrarme, y confirma mi convicción de que la intuición no es un salto mágico de la premisa a la conclusión sino una forma de cómputo superveloz en el cual los pasos individualmente razonados pasan con demasiada rapidez para poder retenerlos en la memoria... pero esos pasos existen.

(Theodore Sturgeon, Cuerpodivino) p. 124

2 Voy a ver si te dejo comentar...:

V a v o dijo...

sturgeon! me enamoro completamente con su Mas que Humano, y sino me equivoco, los cristales soñadores tb es de el? y el texto que muestras magnifico franco, la parte final la de la intuicion me cae muy bien pues en andaba pensando. La diferencia entre el intelignte q construye un puente entre A y B y C y el otro, el q le dicen A y ve una C sin saber explicar por q?. Epifanias tal vez? o como dice sturgeon procesos super rapidos? teletransportaciones de la logica? agujeros de gusano mentales? Locura pura y dura? un abrazo

franco dijo...

Vi en casa otro libro de Sturgeon que no sabía que había y me acordé que al final no había contestado este comentario... es raro, pero encuentro libros en casa varias veces por año.
Sí, Más que humano es una de esas joyas tanto de la sensibilidad como de la arquitectura literaria, una novela terrrrriblemente bien construída, que sentí intensamente y que me 'dejó algo' grande.
Sobre la otra no lo sé. Acabo de preguntarle a mi madre y dice que no se consigue acá...

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