Jardinería, o por qué Chauncey Gardiner no tiene interrogantes metafísicos

Si viviésemos en jardines, no habría sido posible la religión. Su ausencia nos ha empujado a anhelar el paraíso. El espacio sin flores ni árboles impele a los ojos a mirar al cielo y recuerda a los mortales que su primer antepasado hizo un breve alto en la eternidad y descansó fugazmente a la sombra de los árboles. La historia es la negación del jardín.

(Emil Cioran, Breviario de los vencidos) P.16

Dos asombros

1) Bajo este cielo oscurísimo y los gritos del mar, si la luna ahora naciese, un hombre podría morir de felicidad creyendo que se moría de angustia, de miedo, de soledad.

2) Se callaron los otros, comprendían que faltaba por decir la última palabra, si es que realmente existe para todas las cosas una última palabra, lo que plantea la delicada cuestión de saber cómo quedarán las cosas después de haberse dicho todo sobre ellas.

(José Saramago, La balsa de piedra)

¡Encontré algo suyo! Suicidado por preferir el no-ser al ser, quien vio el tiempo es resultado de un Dios autodestruído por preferir el no-ser

Las lágrimas que derrama el hombre en el sepulcro de su esperanza,
¿son rocío por el esplendor juvenil? ¿Son bendiciones
para que el hombre arraigue? ¿O son las gotas de sabia
que el árbol resecan, cuando su médula está
herida de muerte?
Como nubes que en la noche otoñal tormentosas restallan,
así persiguen mi alma pensamientos de muerte.
Por ti contendré el dolor; pero, dirás, tú también lo sientes.

(Philipp Mainländer)

Apocalipsis Hume-ante

(...) si una causa cualquiera pudiese ser perfectamente simultánea a su efecto, ciertamente todas las causas deberán serlo también, pues aquella que demore su operación por un solo momento dejará de actuar en ese preciso tiempo particular en que podía haber actuado y, por consiguiente, no será propiamente causa. La consecuencia de esto sería nada menos que la destrucción de la serie causal que observamos en el mundo y, de hecho, la absoluta aniquilación del tiempo.

(termina el párrafo y larga con la gran gran gran enjuagada de manos)

Si este argumento parece satisfactorio, bien. Si no, ruego al lector me conceda la misma libertad que me he tomado en el caso anterior, suponiendo que sí lo es, pues verá que la cosa no tiene gran importancia.

(David Hume, Tratado de la naturaleza humana) P. 179-180

Pequeña travesía, filosófica

Nada hay más admirable que la rapidez con que la imaginación sugiere sus ideas y las presenta en el instante mismo en que se habían hecho útiles o necesarias. La fantasía corre de un extremo a otro del universo al reunir las ideas que corresponden a cualquier asunto.

(David Hume, Tratado de la naturaleza humana) P. 114

Qué lindo cuando los inteligentes, fieles al principio de identidad, son inteligentes

(...) con la autoridad nunca se debe ser irónico, si no entienden la ironía, no vale la pena, y si la entienden, peor.

(José Saramago, La balsa de piedra.) P. 140-141
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