Takichiro había estado bebiendo antes de que llegara la geisha, así que deliberadamente salió afuera. Cuando la geisha vino para acompañarlo, él le preguntó:
-¿Todavía muerdes?
-Tienes buena memoria. No te morderé. Saca la lengua.
-Tengo miedo de hacerlo.
-De veras, no te morderé.
Takichiro sacó la lengua. Sintió una suave calidez dentro de la boca.
Acarició suavemente la espalda de la muchacha.
-Te has vuelto bastante depravada.
-¿Esto es depravación?
(Yasunari Kawabata, Kioto)
0 Voy a ver si te dejo comentar...:
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